Destacar que se trata de una apreciación totalmente subjetiva de un servidor y que no se pretende emitir un juicio con ningún tipo de valor más allá del meramente informativo.
Entremos en materia, pues.
Corría el año 2006 cuando el director galo, Alexandre Aja venía de sorprender a propios y ajenos con una joya del calibre de "Alta Tensión" (2003) que ya presagiaba lo que iba a ser característico de su cine. Un ritmo adecuado, una fotografía adecuada a su producto y el empleo de una violencia bastante cruda y explícita serían las marcas de la casa que más impacto produjeron en la persona que suscribe este post.
Es inevitable echar la vista atrás y hacer una comparativa con el original. Una película de la mano de Wes Craven, con la presencia en el elenco del siempre característico Michael Berryman, que saltó a la palestra en 1977 (en España en 1979). El motivo de esta retrospectiva es que es sencillo buscar en la red y encontrar críticas que ensalzan la versión de Aja sobre la de Craven, opinión que, en cierto modo, comparto aunque me genera la impresión que se está denostando, en mayor o menor grado, la obra primigenia.Este "revival" de la saga es un ejemplo de como adaptar de manera excelente lo que ya se pudo ver a finales de los 70: un entorno hostil y sucio, que confiere a toda la trama un carácter propio, llegando a convertirse en casi un personaje más de la película. Alexandre Aja supo interpretar lo que Craven transmitía en su obra a nivel visual y lo actualizó a los cánones permitidos en el cine de género contemporáneo. El valor añadido de Aja no es otro más que la mejora de ese ambiente malsano, sumado a la violencia extrema que se convertiría en una constante muy presente en el cine de terror de manos de otros directores franceses de cine de terror como Pascal Laugier, que llevaría la crudeza a su máxima expresión con "Martyrs", por poner un ejemplo.
La trama de la película sigue de manera prácticamente exacta a lo planteado por Craven, introduciendo las vicisitudes propias de la época actual. Este aspecto no resulta un inconveniente en absoluto, puesto que la trama y los personajes no necesitan ser alterados más de lo necesario para que encajen en un contexto más actual. No obstante, cabe resaltar que las interpretaciones en esta nueva versión de "Las Colinas Tienen Ojos" parecen más que notables, cumpliendo cada personaje la misión adecuada en lo que a empatía con el espectador y peso en la trama se refiere.
En resumidas cuentas, Alexandre Aja consiguió "revivir" el clásico de Craven, legando un producto de visionado casi obligatorio como referente del terror contemporáneo. Una película brutal y sin concesiones que hace las delicias de cualquier fan que se precie.
ÉXITO: 99'5% (atmósfera, crudeza y ritmo son sus principales valedoras)
FIASCO: 0'5% (amo a Craven)


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